En nuestros esfuerzos más recientes por ayudar a estas comunidades, hemos trabajado para mejorar las condiciones de vida de tres familias de Portugal, Polonia y Brasil.
En el pueblo portugués de Aldeia Velha, conocimos a una mujer de 85 años. Vivía cerca del parque eólico de EDPR en Beira Interior, en una casa sin electricidad. El equipo Closer2you reconstruyó las paredes interiores y exteriores, y cambió el tejado y el suelo. También instaló agua potable y fontanería. Además, se construyó un retrete y se cambiaron las puertas y las ventanas para proveer, junto con el nuevo tejado, un mejor aislamiento durante los meses fríos de invierno.
En Polonia descubrimos una situación similar. Cerca del parque eólico de Tomaszów en Majdan Górny, encontramos una familia con tres niños pequeños que no podía mantener su casa caliente en invierno. El equipo Closer2you reconstruyó las paredes, cambió el tejado, construyó una chimenea y una instalación de gas, electricidad y fontanería. También cambiamos las puertas y ventanas para dar un mejor aislamiento durante los meses fríos de invierno.
Finalmente, el equipo Closer2you reconstruyó completamente una casa en una pequeña comunidad brasileña. En la comunidad Gitirana, a cuatro kilómetros del parque eólico de Babilonia y a 34 kilómetros del pueblo más cercano, se encuentra un pueblo habitado únicamente por 22 familias. Su ubicación aislada y su clima extremadamente seco hacen difícil la vida de sus habitantes; no hay un sistema de alcantarillado, recogida de basuras o un centro de salud cercano. Además, el acceso limitado al agua y el clima árido dificultan la producción agrícola y la actividad económica.
En estas condiciones tan arduas, encontramos una familia de cinco miembros viviendo en una casa de adobe inacabada, formada tan solo por una sala de estar, una cocina y un dormitorio. Esta estructura tan precaria hizo imposible reparar la casa. Con el fin de dotar a la familia con un lugar seguro y una estructura sólida donde vivir, reconstruimos completamente su hogar durante el transcurso de dos meses.
Nuestra labor para mejorar la seguridad y la calidad de vida de las comunidades en las que trabajamos es una manera de agradecer a las mismas su acogida y su apoyo a nuestro trabajo. De esta manera, EDPR sigue apostando por sus valores de sostenibilidad y responsabilidad social no solo con palabras, sino con hechos que generan un auténtico impacto positivo.