En todo su ciclo de operaciones, EDPR busca construir relaciones fuertes y duraderas con las comunidades adyacentes a las zonas en las que desarrolla su actividad, con el fin de garantizar una convivencia positiva y fructífera.
EDPR se compromete a cumplir con el Objetivo 11 del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo: crear ciudades inclusivas, seguras, sólidas y sostenibles. Este es un reflejo de los esfuerzos de la compañía para ayudar a las comunidades a superar los numerosos retos a los que han de hacer frente.
La Política de Inversión Social de EDPR establece un marco donde se incluyen los objetivos corporativos y las estrategias relacionadas con este ámbito, que contribuye además a apoyar a las comunidades en el desarrollo de sus prioridades sociales. Antes de invertir en una comunidad, la empresa define sus características y necesidades particulares a base de interactuar con sus miembros, con el fin de tenerlos en cuenta a la hora de tomar decisiones que puedan generar un impacto entre los residentes de la zona. Todo ello permite a EDPR garantizar que los intereses de la comunidad siempre se toman en consideración y son respetados.
Las vías de comunicación juegan un papel muy importante a la hora de gestionar las comunicaciones con las comunidades. Con el fin de asegurar un diálogo permanente y mantener relaciones estrechas, EDPR usa vías efectivas para identificar y gestionar los intereses de ambas partes, buscando minimizar y gestionar de la mejor manera posible los riesgos que nuestra actividad puede provocar a cada comunidad adyacente.
Considerando todo lo mencionado anteriormente, EDPR invierte en iniciativas que generarán un impacto positivo en la promoción y el desarrollo de cuatro ámbitos: cultura y arte; inclusión social, estilos de vida sostenibles y acceso a la energía; patrimonio natural y biodiversidad; y eficiencia energética y energía renovable.